Relato de Valerio de la Hoz

Vivo mi vida, y ahí voy, camino de La Plaza Roja, lo cual no tiene nada de particular, porque soy moscovita. Cuando llego no me dejan pasar y me enfado mucho: Esto ya no es el comunismo, soy un ciudadano libre. Un guardia se enfada mucho y me da dos tiros, bang, bang. Caigo exánime, muerto, ag, ag, y ag.

Tengo que empezar otra vida: Y ahí voy, camino de la Quinta Avenida, lo cual no tiene nada de particular porque soy neoyorquino. Llego a Wall Street, compruebo el estado de la Bolsa, y veo que me he arruinado por completo. Me da in infarto espantoso del cuello hasta los pies y caigo muerto, og, ig, ag.

Hay que empezar otra vida. Ahora soy ecologista y recorro los campos cantando alegremente, aleloriii, aleloaa. Sólo me alimento de verduras y una, seguramente en mal estado porque le han echado aceite industrial por encima, me produce tan espantoso estreñimiento, que me muero rápidamente. Ahí va, otra vez. Muerto soy. Ag, eg, ig.

Voy a empezar otra vida, pero, ¿para qué? Mejor me quedo muerto y aquí paz y después gloria, que es muy cansado eso de estar vivo.