URDIMBRE.
Voy tejiendo pensamientos y enhebrando gotas de lluvia
en esta urdimbre que es la vida hasta formar
el tejido más vaporoso y sutil que abrigue las palabras
escritas y los renglones confidentes que una y otra vez
se convierten en poemas que transitan por la garganta.
Noctámbulo en las hojas del viento.
Alquimista que retuerce las olas de un mar bravío
y se apodera de su sal y su espuma
para entregar con manos húmedas
el perfume salobre de un verso.
Tramoyista que sube y baja el telón de las palabras
en un teatro sin aforo.
Voy tejiendo pacientemente cada día, cada noche,
cada amanecer un velo de hiladas frases
con el único propósito de llegar a ti.
Se entrecruzan mis dedos con la mina nerviosa
de un viejo lápiz.
Teje mi memoria ese anhelo inacabado.
Siguen mis manos tejiendo en esta urdimbre
los deseos soñados que aún me quedan por bordar.
Inmaculada Jiménez Montero
No hay comentarios:
Publicar un comentario