…. ¿Te amordazo?...
No
sabe porqué que aquella pregunta grafiteada de camino al trabajo le hace
sonreír.
Es
verla, ¿Te amordazo?, y sentir un
leve cosquilleo en el estomago, y al siguiente paso, ¿Te amordazo?, ya está en la garganta, y luego es un cálido suspiro que huye dibujando una estúpida mueca en su
adormilada cara. ¿Te amordazo?
Sumergida
en la rutina laboral, Julia se
pregunta por qué aquella frase fija en la pared ¿Te amordazo?, le provoca esa extraña inquietud.
No
acierta a comprender que turbadores sensaciones despierta aquella anónima
insinuación ¿Te amordazo?
Pasa la
mañana jugando con mil conjeturas que se desvanecen nada más ser pensadas. ¿Te amordazo?
Quizá,
en su noches de plato único en la mesa, con la tele como única voz distinta a
la de sus pensamientos, espera, recostada en el sofá, que el abrazado cojín le
susurré calidamente al oído ¿Te amordazo?
Eva Laca Valadez
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