martes, 25 de agosto de 2009

Poema "La Casa" de Joaquín Bassecourt

La casa
a Marisol D. V.
Es una casa normal; yo diría que anormal hoy que todos completan y amueblan sus casas de electrodomésticos y comodidades, limitándolas. En esa casa sin acotaciones, donde una silla no es el adorno embustero; donde una mecedora sirve de refugio junto al fuego del hogar, los días destemplados y humanos; donde el reloj de sol no es una placa de energía; y donde el viento respeta sus adentros. La casa, sencilla junto al mar, tiene el nombre propio de las olas en el quicio de cal rústica que, enfosca la tristeza con su luminosidad. Es una casa normal que no se anuncia en las inmobiliarias; una casa regada por la sal y humedecida por la aurora, con las lágrimas del rocío más dulce y transparente. En ella, el beso es lo primero, seguido de la buena educación y la limpieza. Por ella, los amigos de siempre, abandonan sus tareas diarias con las visitas relajantes. Y, tanto los chistes provocan la risa, como las anécdotas la atención. Sobre la mesa, se ha puesto un ramo abierto de mimosas y lirios de Medinaceli. El aroma se extiende por el hule y tiñe las baldosas, bajando intenso junto a la procesión del mar relajante y sumido en penumbra. El horizonte disminuye el arrecife lejano, cuando atardece y llegan los periodistas y fotógrafos, a desvanecer el sitio y para descifrar el secreto de la original sencillez que ha revelado el nombre de la villa: MARISOL.

1 comentario:

  1. Ese aroma de mimosas y lirios de Medinaceli ha llegado hasta esta habitación.
    Un poema muy bello para una persona muy especial (mi amiga Marisol).

    Un abrazo para los dos........

    Ada.

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