"Poema navideño" de Marisol Dorado

Llegó tan despacio, 
que apenas nos dimos cuenta.
Así pasamos del calor extenuante
a una brisa tímida de rebequita entregada.
Después … el viento,
la luz velada,
la hoja inerte que volaba sin rumbo,
y el frío, con toda su parafernalia
de bufandas y temblores.
También llegó la lluvia,
con sus paraguas locos,
con su vorágine de carreras 
y coches mal aparcados …
y así, una vez más,
como si fuera la vez primera,
nos sorprendió la Navidad.

¡Felicidades! 

                    Marisol Dorado

"Rentrée" de Rosa Mari Carrasco

RENTRÉE

Hoy, precisamente hoy,
mis sentimientos
chocan con el papel
que aún no me reconoce.

Me mimetizo con el poto
que se columpia en la reja 
de mi ventana,
y trepo en vertical
para tomar aire.

Otro otoño,
divina estación, 
otras poesías,
que tapicen de terciopelo
el límite de las palabras.

Otros atardeceres con tenue lluvia, 
que empape la piel de la Tierra, 
saboreando mis versos.

                  Rosa Maria Carrasco

"La tarde" de Rosa Mari Carrasco

LA TARDE

La tarde es convulsa
entre nubes plateadas,
y los rabillos del viento
pintan el poniente amanerado.

Callada y oculta,
la ceniza de la tarde
nos ata con el arnés de la poesía.

Y la palabra, precipicio
del blanco papel,
atenúa la caída involuntaria.

El ocaso nos aligera el temple
que el reloj aleja del verso.

No faltan los geranios
en el vaivén de la tarde,
pero el fin es el preludio
de la nueva alegoría,
de la poesía pura.

                   Rosa Maria Carrasco

Poesías pertenecientes al libro “La casa de los vientos” de Marisol Dorado Villanueva.

IV

Saboreo las estrellas,
son saladas,
como mis lágrimas.

A veces, me astillo con sus puntas;
otras, las mastico
y una luz estalla en mi pecho,
alegre y pura,
como la risa de los niños.

XIII

Interpreto el viento y sus olores,
escrutando el hueco de los árboles,
absorbiendo el mar tras las aceras.

También interpreto el iris de tu mirada;
sé cuando estás pleno 
de puro placer cotidiano
y cuando se nubla el faro que te orienta
y te sientes perdido,
con el rumbo varado en lejanía.

También interpreto el cielo,
con sus aguas y sus ocres
y su corazón que late
en el íntimo rincón de las nubes.

Cuando, de repente, el viento se calla,
entonces, sólo tú interpretas mis sueños
y me llevas, de la mano,
despacio,
a comprendernos.

XV

Envejezco bajo el sol de este otoño,
dorado a fuerza de fluir;
no hay tristezas,
apenas el ala de este pájaro
rozó mi frente,
rubí incandescente.

Nací con el gen de la felicidad, 
eso es cierto,
donde hay barro, 
veo rico lodo maleable, jarrón florido,
y en la miseria más obscura,
veo una luz,
mariposa pródiga
que mitiga, con su vuelo,
el dolor de mis arterias.

Envejezco con el tino 
que la genética acierta a transmitirme,
con el recuerdo que pinta mis tardes;
es cierto que la melancolía,
se instala, a veces, sin ningún pudor
y pueblan pequeños achaques
mi ya guarecida anatomía,
¡envejecer … es lo que tiene!,
pero acaricio cada atardecer
buscando dentro de mi las luces que me ocupan.

Es otoño,
si,
y caen las hojas 
con su tópico frenesí ámbar y ocre,
pero agradezco cada estación 
como la vez primera,
que en un otoño como éste,
hace cincuenta y cinco años,
abrí los ojos a la vida.

3 de Octubre del 59


               Marisol Dorado Villanueva

Feliz Cumpleaños, Paco. 28 de abril de 2014, de Marisol Dorado

Feliz Cumpleaños, Paco. Te quiero.

Se inclina tu boca sobre el agua
en el reflejo de un beso largo
que una vida dura.

Mezclado con el fondo transparente
donde habitan las criaturas que nada esperan,
transcurre tu beso ensimismado,
viviendo sin premura;
y se hace pájaro 
que bebe de la orilla
y se hace flor
para morir en mis labios.

                     Marisol Dorado

Poesía de Mostafa Daoudia, desde Tetuán.

J’amarre mon bateau

Emporté par les flots

Au port ouvert d’un cœur

Amour nommé senteurs

Les yeux se ravissaient

Les retrouvailles valsaient

Les cœurs se réjouissaient

Tant de bonheur emporté

                     Mostafa Daoudia

"Poema de amor cotidiano" del libro "...con su tierna paciencia de amapola" de Marisol Dorado

Poema de amor cotidiano
                            (A mi Paco)

Te quiero con la calma de mis alumnos trabajando,
con la relajación que da el microondas,
con la sencillez del mando a distancia,
con la cotidianidad de la lavadora,
con la pasión de la minipimer,
con la abundancia de Mercadona,
con la calidez del edredón de plumas,
con la sabiduría de una sopa instantanea,
con la premura de un verso-expres,
con mi rutina de todos los días, te quiero.

Te quiero por todo lo que callo y no otorgo,
por todo lo que sueño y no digo,
por todo lo que pienso y no existo.
Te quiero.

                                                                    Marisol Dorado

"A Paco" poesía de Marisol Dorado.

Tú eres mi ciudad.

En ti se convocan la dulce playa
y el océano desbocado,
en ti el tímido jardín
y la selva enardecida de la luciérnaga y los grillos.

Tú concitas el secreto,
el lugar recóndito donde enredar manos y pensamientos
en el mapa subyugante de mi cuerpo.

Tú eres mi ciudad,
la piel donde refugiarme,
a salvo,
desnuda de ataduras,
tú eres mi norte y mi sur,
la latitud donde esconder mis besos.

Te quiero.


                                                                    Marisol Dorado